Hubo movilización frente al Palacio Municipal, donde en 2006 se realizó el juicio al exrepresor Miguel Etchecolatz y de allí se dirigieron hasta la Gobernación bonaerense. Rubén López, su hijo, le solicitó a la justicia que cambiaran la carátula a "desaparición forzada".
La Multisectorial de La Plata, Berisso y Ensenada concentraron frente al Palacio Municipal, donde en 2006 se realizó el juicio al exrepresor Miguel Etchecolatz y de allí se dirigieron hasta la Gobernación bonaerense
La Multisectorial de La Plata, Berisso y Ensenada marchó por el centro de La Plata, al cumplirse 14 años de la desaparición de Jorge Julio López. Como todos los 18 de septiembre, reclamaron que se esclarezca lo sucedido con el albañil y militante.
Los manifestantes concentraron en Plaza Moreno, frente al Palacio Municipal, donde en 2006 se realizó el juicio al exrepresor Miguel Etchecolatz y de allí, respetando el distanciamiento social, se dirigieron hasta la Gobernación bonaerense.
“Juicio y castigo a los responsables políticos y materiales de la segunda desaparición forzada de Jorge Julio López. El Estado es responsable”, vociferaban los manifestante.
Asimismo, avanzaron portando una enorme en el que se podía leer: “Contra la impunidad de ayer y hoy. 30 mil compañeros detenidos desaparecidos presentes” junto al dibujo del rostro de López con la boina que solía usar.
Esta mañana su hijo Rubén, en diálogo con la Radio Estación Sur FM 91.7 dijo: “Esta semana pedimos el cambio de caratula, me parece que ya es tiempo y eso por ahí podrá, ojala permita ampliar y se pueda determinar con la desaparición forzada”.
Por su parte, el hijo del albañil dijo que no tiene dudas que el rol que tuvo su padre en el juicio, de testigo y querellante, tuvo que ver en su segunda desaparición.
¿QUÉ PASÓ CON JULIO LÓPEZ?
Jorge Julio López era un albañil que fue testigo clave en el juicio que condenó al represor de la dictadura militar, Miguel Etchecolatz, a cadena perpetua, pero desapareció el 18 de septiembre de 2006, el mismo día de los alegatos.
Ese mismo día, se lo vio por última vez a López en su casa en el barrio Los Hornos. El hombre no dejó rastros ni se comunicó con sus familiares ni conocidos.
Por las declaraciones de López, se identificó al comisario de la Policía Bonarense como el hombre que dirigía y ejecutaba las sesiones de tortura con picana en la sede policial de La Plata.
Sin embargo, antes de desaparecer en 2006, fue secuestrado en 1977 hasta mediados de 1979 en cinco centros clandestinos de detención.
Gracias a eso, en el juicio pudo identificar varios de los centros ilegales donde estuvo detenido, como la comisaría Quinta de La Plata y el Pozo de Arana, donde su profesión le permitió describir sus lugares de cautiverio, aún cuando algunos de ellos habían sido remodelados.