Un joven denunció que no dejaron entrar a un amigo a su festejo de cumpleaños "por usar jogging". El reclamo se suma a otros dos casos que se conocieron a principios de año.
Un nuevo caso de discriminación vuelve a poner al bar Las Artes, ubicado en la avenida 7 entre 58 y 59 de La Plata, en la mira. Esta vez, un joven de 20 años denunció que le impidieron la entrada a uno de sus amigos “por cómo estaba vestido”. El caso se suma a otros dos, similares, que se conocieron a principios de este año.
“Estábamos por sentarnos en una mesa cuando mi amigo nos mandó un mensaje diciéndonos que se había ido porque no lo dejaron ingresar por la vestimenta que llevaba”, denunció Nahuel. El joven había ido en la noche del martes a celebrar su cumpleaños junto a seis amigos, pero el festejo se vio teñido de amargura por un episodio impensado, ya que el bar, cuya actividad principal es ofrecer jugar al pool, le exige a sus clientes un determinado tipo de ropa.
El joven expulsado, según informó el denunciante, tiene 26 años, es médico psiquiatra y esa noche había acudido con un conjunto de jogging de una marca deportiva. “Ni bien leímos el mensaje, pedimos hablar con la encargada del bar. Ella nos dijo que el personal de seguridad era nuevo y no sabía cómo se manejaban”, prosiguió en su relato el denunciante. “También pedimos el libro de quejas y se negó a darlo. Sin decir otra palabra, continuó haciendo sus tareas”, agregó.
Ante esa situación, el grupo completo decidió irse. Sin embargo, la secuencia no terminó ahí ya que, antes de retirarse, hablaron con el personal de seguridad que había discriminado a su amigo. “Para mi sorpresa, él afirmó rotundamente que nunca permitiría el ingreso a alguien vestido como mi amigo, argumentando que no era apropiado para el restaurante”, denunció Nahuel en diálogo con el diario El Día.
A pesar de que corren tiempos en los que se promueve una mayor inclusión y diversidad, y aunque por el nombre del bar invita a imaginar que se trata de un ambiente abierto, en el que los concurrentes pueden sentirse libres y cómodos, el bar Las Artes volvió a quedar en el centro de la polémica por otra denuncia por discriminación. En enero de este año, un hombre denunció que no lo dejaron entrar porque tenía más de 40 años.
Poco después de esa denuncia que se hizo en redes sociales, otra persona denunció que no dejaron ingresar a un familiar, y que el personal de seguridad puso varias excusas. “Fue un hecho de discriminación, no se sabe si por vestimenta, ya que yo estaba bien vestido y tengo más de 24 años y me dejaron pasar. La verdad es un lugar nefasto y patético merece ser escrachado y que la gente sepa que mal se manejan ahí”, cerró el denunciante, indignado en las redes sociales.
Esos actos de la autodenominada “cervecería cultural” motivaron que el dueño se presentara en las oficinas platenses del INADI. Por entonces, fuentes organismo indicaron que el hombre se puso a disposición, pero advirtió que “no va a prestarse al juego de los medios y las redes”.
La actividad principal que el bar Las Artes ofrece es jugar al pool y aunque aparenta ser un lugar distendido, exige a sus clientes una elegancia de la que carece.
Además, el propietario informó que el personal de seguridad que había discriminado fue despedido y reconoció ante el INADI, que “la medida excluyente fue un error de un (ahora) extrabajador, basándose en políticas del mismo tipo que toman otros espacios culturales y recreativos de la ciudad”, según explicaron.
De momento resta saber por qué, si se trató de un error y el empleado fue despedido, ahora vuelve a aflorar otra denuncia por discriminación a la que se agrega el maltrato denunciado contra una de sus empleadas, que se negó a brindar el libro de quejas y procedió a hacer de cuenta que los reclamantes no existían. La duda está en si se trata de decisiones autónomas de empleados aislados o de una política del lugar.
En este caso, desde la delegación del Inadi de La Plata explicaron que, si bien el organismo no actúa de oficio en estos casos, a partir de una denuncia pública se trata de llegar a la persona discriminada para ofrecerle abordaje y acompañamiento. Además, indicaron que pueden “tomar contacto con el lugar” y agregaron “si ya tuvimos una denuncia contra ellos, podemos ofrecerles trabajar con la persona que discriminó y el equipo de trabajo. La intención del organismo es reparar la acción a través del reconocimiento del acto discriminatorio. El pedido de disculpas a la persona afectada y la posibilidad de sensibilizarse respecto de los actos discriminatorios en un proceso de capacitación”.