La auditoría realizada por el intendente Julio Alak destapó una serie de graves irregularidades en el Cementerio de La Plata.
El Cementerio de La Plata quedó en el ojo de la tormenta esta semana tras el macabro hallazgo de más de 500 ataúdes arrumbados y 200 bolsas con restos humanos, que fueron descubiertos por la gestión de Julio Alak en el marco de una auditoría general.
La administración de la necrópolis local está bajo la órbita de la Secretaría de Gobierno que, hasta diciembre, era conducida por Marcelo “Chuby” Leguizamón. El ahora senador provincial puso al frente del cementerio a Andrés Ferreyra, un funcionario de su riñón, que cumplió funciones hasta el 9 de diciembre pasado.
Ferreyra milita en el espacio de Leguizamón desde hace años. En 2023 hizo campaña para la boleta de Juntos por el Cambio y, especialmente, para que su jefe político ingresara al Senado bonaerense.
El exdirector habló de la noticia que horroriza por estas horas a la ciudad. “Esto lo sabía todo el mundo. Hace décadas que está así”, le dijo Ferreyra a La Nación, relativizó el hallazgo de ataúdes y restos óseos por parte de la nueva gestión, pero aclaró que dará las explicaciones necesarias si la Justicia lo convoca.
La auditoría realizada por la gestión de Alak detectó una serie de anomalías que terminaron con una denuncia ante la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio (UFIJ) 15 de La Plata, a cargo de la fiscal Cecilia Corfield, e incluye la solicitud de “averiguación de posibles ilícitos respecto de los cuerpos y los restos óseos hallados no identificados”.
Luego de revisar cuatro depósitos del Cementerio de La Plata, el personal que llevaba adelante las tareas encontró un total de 501 ataúdes y 200 bolsas con restos humanos. Lo llamativo tiene que ver con que estos espacios no eran morgues ni estaban destinados a la conservación de cadáveres o restos óseos humanos. Por ese motivo, las autoridades locales radicaron una denuncia penal.
LOS DETALLES DEL SORPRENDENTE HALLAZGO EN EL CEMENTERIO DE LA PLATA
En el primer depósito se hallaron 16 cajones de madera con una protección interior metálica que da cuenta de que su procedencia pudo ser de una bóveda o de un nicho. Desde el Municipio explicaron que las identificaciones de cada cajón habían sido suprimidas ya que no contaban con las chapas que contienen la información correspondiente. A su vez, explicaron que en el subsuelo se encontró un olor fuerte y nauseabundo, además de féretros en el piso con agua estancada.
Además, en el segundo depósito se encontraron arrumbadas cerca de 200 bolsas de consorcio negras con restos óseos, muchas sin estar identificadas con nombre, nicho ni ubicación catastral, y otros 15 cajones féretros de madera.
Por otra parte, en el segundo piso del edificio, los encargados de realizar la auditoría encontraron cientos de féretros de personas adultas y 22 correspondientes a niños, ya que tenían la identificación de “angelitos”. Allí también se toparon con bolsas de consorcios con restos óseos y huesos desparramados por el piso.
Por último, en el cuarto depósito del Cementerio de La Plata, se visualizaron cuatro lugares separados con más de 107 ataúdes apilados indiscriminadamente arrumbados y bolsas negras de consorcio con restos humanos.