Llegó a la Ciudad desde Ingeniero Budge hace solo 30 días. Ayer le pegaron un tiro en el abdomen. Hablan de un mensaje mafioso
Milena Ashelen Brouchy, de apenas 19 años, escapó de la caliente localidad de Ingeniero
Budge, en el partido de Lomas de Zamora, en busca de un futuro mejor. Y creyó que en La
Plata lo encontraría. De hecho, a solo 30 días de su arribo, consiguió un trabajo de cajera
en un supermercado chino de 7 y 80, lo que parecía confirmar que su decisión había sido la
acertada. Sin embargo, la maldita inseguridad y violencia, que también atraviesa nuestra
ciudad, vino a cambiar la ecuación y, si logra superar su actual estadio, seguramente
deberá replantear su proyecto de vida.
Según fuentes policiales, ayer, mientras trabajaba en ese comercio, denominado UNIMAC,
que abrió sus puertas el pasado 3 de abril, apareció un hombre con la mitad del rostro
cubierto, que le pegó un balazo en el abdomen sin hacer mayores comentarios.
En principio, no hubo intenciones de robar nada. Fue todo realmente muy rápido y, como
dato llamativo, el tirador llevaba en alto un celular para filmar el momento.
En ese sentido, se descree que se trate de un desquiciado, al que le gustan los videojuegos o
las películas fuertes. Acá la hipótesis más firme es que se haya tratado de un mensaje intimidatorio para el dueño del negocio.
Se trataría de una nueva manifestación de la llamada “mafia oriental”, que se dedica a
sembrar el terror con el simple objetivo de pedir una retribución económica a cambio de
poder trabajar en paz.
Los voceros consultados por este diario indicaron que estos grupos no solo se limitan a la
gestión de negocios, sino que también operan a través de la extorsión, la trata de personas
y el lavado de dinero.
En muchos casos, los comerciantes que no acceden a pagar “impuestos” ilegales o no
siguen las reglas impuestas por estas organizaciones, se enfrentan a amenazas de violencia
o daños a sus propiedades.
Se trata de un fenómeno complejo y del que hay antecedentes. Por eso las autoridades
locales le quieren dar a lo sucedido una trascendencia mayúscula, en busca de desactivar
cualquier escalada delictiva.
El autor del ataque está filmado y esas imágenes están siendo analizadas cuadro por cuadro
en procura de lograr su identificación.
En el supermercado, demás está decirlo, todo se vivió con mucha desesperación y temor
La joven herida, en un charco de sangre, no es una imagen que fácilmente se borrará de las
retinas de los testigos.
EL PARTE MÉDICO
De acuerdo al reporte oficial, Brouchy fue trasladada consciente por una ambulancia del
SAME al Hospital San Martín, donde se informó que posee el proyectil alojado y que
estaría fuera de peligro, salvo complicaciones.
De hecho, la carátula del caso es “abuso de arma y lesiones”, aunque esa calificación legal
puede ser modificada si el fiscal de la UFI de Autores Ignorados determina que hubo
intención de matar y que, por razones ajenas a la voluntad del responsable del ataque, el
objetivo no se concretó.
La joven, malherida, antes de ser cargada en el móvil de emergencia, alcanzó a responder
que no tenía problemas con persona alguna, por lo que, en principio, una situación de
violencia de género quedó en un segundo plano. Mucho más porque la chica vive hace muy
poco tiempo en La Plata.
En un acto reflejo, expuso un portavoz, la víctima alzó su mano izquierda y el proyectil,
previo impactarle en el abdomen, le provocó un orificio a la altura de la muñeca.
El hecho se registró a plena luz del día, cerca de las 18.
Enseguida, mientras se activaba el protocolo de seguridad, personal de la comisaría octava
salió a rastrillar la zona, previo observar las características del delincuente, con apoyo de
móviles del Comando de Patrulla.
Sin embargo, todas las recorridas arrojaron resultados negativos.
Un informante no descartó que el agresor haya escapado en una moto, solo, o donde lo
pudiera esperar un cómplice.
Los gritos, el llanto y el horror, fueron los condimentos sin dudas de una tarde que no será
una más para toda la gente que se mueve por ese sector de Villa Elvira.