Cinco días después de la devastación, el informe preliminar de los bomberos apunta a un desperfecto eléctrico en la planta baja del depósito. La Fiscalía, sin embargo, "evalúa si fue un accidente, negligencia o la acción de terceros".
Cinco días después del feroz incendio que redujo a cenizas un depósito de electrodomésticos en pleno centro de La Plata, los bomberos arrojaron las primeras conclusiones. Un informe preliminar, al que tuvo acceso este medio, desliza una fuerte hipótesis sobre el origen del siniestro: “el fuego se habría iniciado por un cortocircuito en una oficina ubicada en la planta baja del edificio situado en Diagonal 77 y 48”. No obstante, los peritos no descartan otras posibilidades.
El infierno desatado el miércoles 16 de julio, pasadas las 6:30 de la mañana, mantuvo en vilo a toda la ciudad. Vecinos de la zona alertaron sobre fuertes explosiones y una densa columna de humo negro que rápidamente tiñó el cielo platense. Afortunadamente, no hubo que lamentar víctimas ni heridos, aunque la estructura del inmueble terminó colapsando por completo, dejando un panorama desolador.
Los peritos, con cautela, aún analizan los restos eléctricos hallados en el lugar, buscando determinar qué dispositivo pudo haber causado el cortocircuito. En paralelo, la Fiscalía a cargo de Juan Cruz Condomí Alcorta mantiene abierta la investigación, sin descartar ninguna línea. “Se evalúa si fue un accidente, negligencia o la acción de terceros”, indicaron fuentes judiciales. En principio, no se registraron ingresos de personas ajenas antes del comienzo de las llamas, lo que refuerza la idea de un origen interno.
En el lugar del desastre, más de 20 dotaciones de bomberos trabajaron sin descanso durante varias horas para lograr contener las llamas. La intensidad del fuego generó una enorme preocupación, sobre todo por la presencia de materiales altamente inflamables en los pisos superiores del inmueble, donde se almacenaban electrodomésticos y grandes cantidades de plástico. “Los gases tóxicos y el humo dificultaron la visibilidad y aceleraron la propagación”, detalló un vocero del operativo, dando cuenta de las condiciones extremas en las que trabajaron los equipos de emergencia.
Desde el municipio de La Plata, la orden fue clara: mantener vallada la zona por el riesgo latente de nuevos derrumbes. Además, se suspendieron todas las actividades comerciales en el sector afectado hasta nuevo aviso, buscando garantizar la seguridad de transeúntes y vecinos. Precisamente, estos últimos, por su parte, no tardaron en reclamar mayores controles sobre la habilitación de este tipo de depósitos en zonas densamente pobladas de la ciudad, encendiendo el debate sobre la normativa vigente.
