Se cumplen 19 años de la segunda desaparición de Jorge Julio López, sobreviviente de la dictadura y testigo clave en el juicio contra Miguel Etchecolatz. Su familia insiste en que la causa sigue paralizada y reclama avanzar en líneas de investigación pendientes.

Este jueves se cumplen 19 años de la segunda desaparición de Jorge Julio López, el albañil platense que fue secuestrado durante la última dictadura y que en 2006 declaró como testigo en el juicio contra el genocida Miguel Etchecolatz. López salió de su casa de Los Hornos el 18 de septiembre rumbo a la Municipalidad de La Plata, pero nunca llegó.

“No hay novedades desde hace 19 años”, expresó su hijo Rubén López en diálogo con este medio, reflejando la frustración y el cansancio acumulados. A pesar del tiempo transcurrido, su familia sigue reclamando respuestas de la Justicia: “Seguimos esperando que en algún momento los jueces y fiscales que tienen que investigar nos digan qué pasó”.

En la actualidad, los familiares mantienen dos pedidos centrales: la exhumación y análisis de ADN de 66 tumbas NN en el Cementerio de La Plata, y la desclasificación de archivos de la ex SIDE, presentada hace meses pero aún sin avances concretos. Para ellos, en esos documentos podría haber información clave.

El testimonio de Julio López en 2006 fue determinante: narró con precisión las torturas, los centros clandestinos de detención y los crímenes cometidos en La Plata, lo que permitió la primera condena a Etchecolatz por genocidio. Tres meses después, López volvió a ser desaparecido, en un caso que se convirtió en símbolo de impunidad.

Hoy, a casi dos décadas, la causa judicial sigue estancada. En La Plata, organismos de derechos humanos, estudiantes, familiares y vecinos volverán a marchar con una consigna que atraviesa generaciones: “¿Dónde está Julio López?”.