El jurado de enjuiciamiento sentenció la salida de Julieta Makintach y la inhabilitó de por vida para ejercer cargos judiciales.
La novela judicial que empañó la investigación por la muerte de Diego Maradona tuvo este martes un desenlace contundente. Julieta Makintach fue destituida de su cargo de jueza tras el escándalo provocado por su participación en la grabación del documental “Justicia Divina” en pleno desarrollo del fallido juicio oral. La decisión fue anunciada por el jurado de enjuiciamiento en el Anexo de la Cámara de Senadores de la provincia de Buenos Aires, en La Plata.
El fallo no solo dictaminó su remoción como jueza del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 2 de San Isidro y subrogante del TOC N° 3, sino que fue lapidario: quedó inhabilitada de por vida para ejercer cargos judiciales. Además, la medida implica que Makintach quedará desafectada a partir de hoy mismo y perderá el derecho a cobrar su jubilación como miembro del Poder Judicial.
La ahora ex magistrada optó por no estar presente para escuchar el veredicto, que se leyó a las 10:40, y envió en su lugar a sus abogados defensores, Darío Saldaño y Juan Martín Cerolini. En contrapartida, en primera fila y escuchando atentamente la resolución, estuvieron Verónica Ojeda, su hijo Dieguito Fernando y su pareja y abogado, Mario Baudry, quienes asistieron por primera vez al jury.
El escándalo no termina con la caída de Makintach. El abogado Rodolfo Baqué, representante de la acusación, adelantó que la embestida judicial continuará contra los colegas de la jueza destituida. “Estamos presentando el pedido de juicio político a los otros dos jueces previo a la sentencia. Nosotros creemos que los dos colegas deben ser destituídos”, afirmó Baqué, refiriéndose a Verónica Di Tommaso y Maximiliano Savarino.
Baqué fue duro en sus declaraciones previas al fallo: “Savarino dijo que fue presionado. Las dos secretarias del tribunal dijeron que ellos dos lo sabían. Parecían Pinky y Cerebro. Cuando le dieron la presidencia a Makintach, sabían para qué era”.
Por su parte, Mario Baudry celebró la condena y destacó la unanimidad del tribunal. “Me parece correcto, es lo que había que hacer. La única que cree que hizo todo bien es Makintach”, señaló a la salida de los tribunales. El letrado remarcó que, al perder los fueros, la justicia penal tiene ahora “las manos libres” para investigar a la exjueza por la posible comisión de delitos.
Baudry también se refirió a la ausencia de la acusada en la sala: “No vino porque no se animaría al escarnio popular. La gente está cansada de este tipo de jueces”. Sobre el futuro de los otros magistrados involucrados, coincidió en que “habría que analizar si corresponde investigarlos o no”, dado que, según él, quedó demostrado que estaban al tanto de las maniobras de filmación.
