El presidente Alberto Fernández brindó el segundo discurso de su gestión ante la Asamblea Legislativa.
Este lunes primero de marzo, el presidente de la Nación, Alberto Fernández, encabezó la apertura del período 139º de sesiones ordinarias del Congreso.
Al abrir su discurso, Fernández dijo que se presentó ante el Congreso con sus “convicciones intactas” y con “la humildad de quien puede reconocer errores y logros compartidos”. “También con la certeza de que unidos pudimos dar pasos históricos para mitigar los efectos negativos de la pandemia que aún nos asola”, aseguró ante la Asamblea Legislativa.
El jefe de Estado sostuvo que nunca se había lanzado una política de alcance “sanitario, social y económico” como la diseñada para paliar la crisis que generó la pandemia de coronavirus.
Entre otras medidas, mencionó la tarjeta alimentar, el IFE, las disposiciones para evitar despidos o ayudar a empresas a pagar sueldos. Además, recordó la entrega de medicamentos gratuitos a jubilados, y el diálogo con empresarios y sindicatos para contribuir a las discusiones salariales, y la ley de los 1.000 días para el embarazo.
En el momento al exministro de Salud, Ginés González García, el presidente destacó el plan de vacunación, y dijo que “aún con mucho dolor” tomó “las decisiones que correspondían” y ratificó que en ese proceso “hay prioridades y las reglas se deben cumplir”. “Si se cometen errores, la voluntad del presidente es corregirlos de inmediato”, expresó.
Luego, Fernández cargó duramente contra la oposición: le pidió que realice un “análisis introspectivo” y dijo esperar que “algún día hagan un mea culpa” para así “levantar los cimientos del país que han derrumbado” durante la gestión anterior.
En su discurso ante la Asamblea Legislativa, el mandatario reconoció que su gobierno no es “infalible”, pero advirtió a quienes lo “bombardean sistemáticamente” que no van a lograr sus objetivos.
En tanto, explicó que no llegó a la Presidencia “para ser sordo ante las críticas bien intencionadas” ni tampoco para dejarse “aturdir por sectores concentrados” de la Argentina, a la vez que afirmó que su Gobierno reconoce sus errores y es “sensible a corregirlos”.
Ante la Asamblea Legislativa, pidió terminar “con la pirotecnia verbal que sólo nos aturde” y llamó a evitar que los esfuerzos hechos este año hayan sido en vano.
Uno de sus fragmentos más fuertes llegó cuando apuntó contra el endeudamiento del gobierno de Mauricio Macri con el FMI. ″He instruido para que se inicie una querella criminal para determinar quiénes fueron los autores de la mayor administración fraudulenta y malversación de caudales públicos de la historia″, dijo entre aplausos de los presentes.
Asimismo, anunció que enviará “un proyecto para declarar la emergencia de servicios públicos para desdolarizarlos”. ″Queremos que los costos fijos de ellos repercutan cada vez menos en el presupuesto de las familias″, manifestó el Presidente.