Así lo aseguró el titular de la Asociación Amigos de Calle 12, Alberto Catullo, y pidió medidas "para todos los comercios".
A poco tiempo de cumplirse 7 meses del decreto inicial de Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO), los comercios platenses ya sienten con fuerza las consecuencias económicas.
Pese a que “en la calle hay gente”, según reconoce el titular de la Asociación Amigos de Calle 12, Alberto Catullo, los locales de los distintos centros comerciales como Calle 12, Calle 8 y 9, Los Hornos, City Bell y Calle 7 viven una delicada situación que redundó en un cierre definitivo para 2 mil comerciantes.
“Cuando hablamos de comercios cerrados hablamos de los referidos a los centros comerciales, sin contabilizar gastronomía”, señaló el dirigente.
En esa línea remarcó que los 2 mil comercios cerrados “son en toda la ciudad de La Plata, contando tanto centros comerciales como barrios”. En cambio, aquellos negocios de primera necesidad como almacenes y minimercados “están trabajando, por decirlo de alguna manera están en otro escalón”.
“Ni bien comenzó la pandemia hablábamos de 15 días, después fue un mes. Ahora estamos pisando el séptimo, y sabemos que lamentablemente para el tema de la vacuna, con lo cual podríamos proyectar a empezar una vida medianamente normal como era antes, todavía falta un año”, señaló Catullo.
En ese sentido, remarcó que “sí o sí hay un montón de cosas que hay que replantearse, cambios culturales o de maneras de vivir.
Algunos comerciantes si tenían determinado rubro hoy o le encontraron la vuelta para vender por internet, o cierran. La gente también se está cuidando, a pesar de que en la calle hay gente se sale menos. No es lo que era antes”.
Aunque el panorama es “bastante difícil” para todos los comercios, la peor parte se la llevan algunos rubros específicos.
“Los que vienen más castigados son los negocios de turismo. Y después está todo aquello que tenía que ver con la vida social. Por ejemplo la posibilidad de hacer una fiesta y lo que eso conlleva, como boliches y sobre todo indumentaria de fiesta, trajes, marroquinería… Todo eso hoy por hoy está directamente parado. La ropa de escuela de los chicos también”, enumeró Catullo.
Después de tantos meses donde la gente “tuvo tiempo de acomodar sus placares, revisar lo que tenía, reciclarlo… Todo eso repercute, te guste o no te guste, en el consumo”.
En ese sentido, el empresario indicó que vienen teniendo un diálogo fluido con la Municipalidad de La Plata; no así con el Gobierno de la provincia “a quienes hemos pedido reuniones” que no se materializaron aún.
En la actualidad pueden funcionar todos los comercios de la ciudad, cada uno con sus medidas de higiene y protocolos, aunque la merma en los ingresos haya sido significativa.