Así lo afirmó el Director del Hospital Italiano, que relató que hasta el domingo tenía 56 de las 58 plazas con pacientes y 38 de ellos asistidos con respirador.
La segunda ola de coronavirus viene golpeando fuertemente la ciudad de La Plata y una de las escenas que mayor preocupación genera se está dando en la mayoría de las terapias intensivas del sistema de salud público, con niveles de ocupación por encima del 75 por ciento
En el sector privado, la situación es aún más alarmante y así lo refleja el hospital italiano, la clínica privada con las unidades de cuidados más grande, con el 95 por ciento de su capacidad.
En diálogo con el portal 0221, el Director Roberto Martínez indicó que son 56 de las 58 camas disponibles en terapia intensiva las que están ocupadas, por lo que arrancará la semana con sólo dos lugares disponibles. Además, contó que 38 de esos pacientes están asistidos con respirador sobre un total de 50 equipos que el centro tiene disponible.
Esa situación tiene como correlato una ocupación total de las plazas en los pisos de internación común o cuidados intermedios. El responsable médico del sanatorio ubicado en 51 y 29 ya había hablado la semana pasada de la situación desesperantes del sistema sanitario ante la explosión de casos. En ese momento el nivel de ocupación era del 80 por ciento.
Martínez negó una versión que indicaba que se habían instalado plazas de terapia intensiva en la capilla del hospital, pero de todo modos explicó que muchas veces ese lugar también es un reflejo de la preocupante situación. “En la capilla tenemos consultorios con sillones y camillas desde el principio de la pandemia. Lo que ocurre a veces es que se da una espera más larga allí hasta que podemos transferir a los pacientes a los pisos de internaciones porque están a tope”. Pero aclaró que esos lugares no están en el esquema de camas con el que el hospital cuenta para internación.
La crítica situación que atraviesa el sanatorio llevo a Martínez a emitir la semana pasada a todo su plantel de trabajadores un mensaje para afrontar la etapa que se avecina. “Es un momento de máxima tensión y estrés en términos de actividad por lo que yo prefiero llamar como una nueva pandemia”, dijo.