El gobierno bonaerense informó que buscarán alejarlos la gente y, en caso de no contar con el aval, deberán realizarse una prueba PCR todas las semanas.
Los trabajadores de la provincia de Buenos Aires que realicen atención al público en espacios cerrados y no cuenten con el pase sanitario que acredite las dos dosis de la vacuna contra el coronavirus, deberán ser reubicados o testearse cada semana para poder cumplir con sus tareas.
El Pase Libre COVID-19 no solo es obligatorio en restaurantes, bares y eventos masivos, entre otras actividades; sino también en la administración pública y por ello quienes no dispongan de él deberán dejar de atender directamente al público.
Las autoridades sanitarias provinciales indicaron que se les reasignarán nuevas tareas alejadas a la gente y en los casos en que no sea posible el traslado deberán realizarse una prueba PCR todas las semanas.
Así lo detalló el ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, en una conferencia de prensa desde Miramar, donde confirmó además que la Provincia adhiere al nuevo esquema de aislamiento para contactos estrechos de positivos sin síntomas. “Hay una actualización del Pase Libre COVID-19: las personas que atienden al público en lugares cerrados deben tener al menos dos dosis; si esto no es así deben reasignarles tareas para que no estén a frente de la atención público y si esto no es posible tendrán que hacerse todas las semanas un PCR”, explicó el ministro.
El funcionario informó además que desde la entrada en vigencia del pase sanitario en la provincia de Buenos Aires, el 21 de diciembre último, se realizaron más de 20 operativos donde se inspeccionaron unos 260 locales gastronómicos, recreativos, bancos e instituciones públicas. Los distritos donde se realizaron estos operativos de control de pase fueron La Plata, San Vicente, Quilmes, Avellaneda, General Pueyrredón, San Isidro, General San Martín, Lanús, Lomas de Zamora, Berazategui, Moreno, Morón.