La ordenanza fue aprobada por unanimidad por acuerdo entre Juntos y el FdT. Prevé multas de hasta medio millón de pesos para quienes incumplan la normativa. Serán para artificios sonoros.
Por unanimidad, el Concejo Deliberante de La Plata aprobó este jueves el proyecto que prohíbe el uso de artículos de pirotecnia de alto impacto sonoro en La Plata, el cual impone multas de hasta medio millón de pesos para quienes transgredan la normativa. Entrará en vigencia 30 días después de ser promulgada.
El proyecto, que fue presentado por la edil de Juntos, Romina Cayón, actualiza la Ordenanza 8.282 vigente e incluye dentro de la categoría de pirotecnia sonora a los artículos denominados mortero, mortero con bomba, bomba, fogueta y batería. Establece que quien viole la prohibición será sancionado con multas de entre 16.000 y hasta medio millón de pesos, según se trate de personas físicas o jurídicas.
La ordenanza también prohíbe la venta y uso de artículos a los menores de 16 años y prevé multa de entre 54.000 pesos a 270.000 pesos, como así también impide al Ejecutivo municipal adquirir artículos de este tipo.
La normativa fue dispuesta por acuerdo entre Juntos y el Frente de Todos. El concejal del Frente de Todos, Juan Granillo Fernández, aseguró que “fue una lucha en momentos brava porque hay lobby de las empresas que son pocas y concentran la mayor parte del mercado”, y celebró por esto el acuerdo: “Todos merecemos vivir en una ciudad tranquila y la contaminación sonora muchas veces conspira contra eso”. En tanto, su par de bloque, Paula Lambertini, sostuvo que la ordenanza “es una muestra de que, cuando ponemos en eje los problemas de la ciudad, podemos tener acuerdos y garantizar ordenanzas que mejoren la vida a los vecinos y vecinas”.
En los fundamentos del proyectos, los legisladores explicaron que es necesario prohibir este tipo de pirotecnia debido “al enorme efecto negativo que produce la pirotecnia sonora en personas con enfermedades cardíacas, personas con síndrome de Down, asperger, autismo, alzheimer y personas con discapacidades cognitivas o neurológicas que no comprenden la causa de explosiones, así como bebés y niños con mayor sensibilidad auditiva”.
También apuntan que “en los últimos años han existido diversas iniciativas legislativas tanto en el orden nacional como provincial y municipal tendientes a resolver esta problemática” y que estas iniciativas se han visto acompañadas por un sin fin de campañas de concientización, como la llamada “Más luces, menos ruidos”.