En este último tiempo su salud se estaba deteriorando. Brindaba servicios en la parroquia Nuestra Señora de Luján.
Este lunes falleció en La Plata a los 89 años Carlos Alberto Mancuso, el cura exorcista que atendía en la parroquia Nuestra Señora de Luján. En este último tiempo estaba padeciendo un deterioro en su salud y según informaron desde su entorno, murió en su casa serenamente.
“Lamentamos informar que hoy, lunes 3 de julio, falleció el Padre Carlos Mancuso, luego de que su salud fuera desmejorando poco a poco en los últimos días. Sus restos serán velados en la Parroquia San José (6 esq. 64) el martes 4, a partir de las 9 hs. y la Misa Exequial será a las 10.30 hs., para ser sepultados luego en el Panteón del Clero del cementerio local. Rogamos una oración al Padre con gratitud por el testimonio de fidelidad sacerdotal y su fecundo ministerio”, confirmó el arzobispado de La Plata.
El religioso había nacido en nuestra ciudad el 8 de febrero de 1934. Realizó sus estudios primarios en la Escuela N° 83 de Los Hornos e ingresó en el Seminario Menor Nuestra Señora de Luján el 3 de enero de 1951. Cursó filosofía y teología en el Seminario Mayor San José de la misma ciudad. Ordenado Presbítero el 8 de julio de 1962, fue Vicario Cooperador en las parroquias Nuestra Señora de los Dolores (en la Catedral de La Plata), Nuestra Señora de los Dolores (en la ciudad de Dolores) y Nuestra Señora de la Merced (en Chascomús). Se desempeñó como Cura Párroco de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.
Durante varias décadas prestó servicios como Párroco de la Parroquia San José de La Plata y como Director Espiritual de Jornadas de Vida Cristiana. Fue Capellán del Colegio Corazón Eucarístico de Jesús y confesor del Seminario San José, del monasterio de las Madres Carmelitas de La Plata y de la casa del Padre Pío. Canónigo de la Santa Iglesia Catedral de La Plata, también atendió personalmente a los fieles que deseaban consultarlo en el Hogar Sacerdotal de la misma iglesia. En su momento, el ex arzobispo platense Monseñor Héctor Aguer lo designó exorcista de esta Archidiócesis, y así su figura se popularizó no solo en La Plata sino en el resto del país.
En 2018, Mancuso accedió al lugar en el que exorcizaba a cientos de personas que se acercaban para quitarse el demonio de sus cuerpos. Allí en 60 entre 27 y 28 todos los viernes concurrían los fieles desde distintos puntos del país en busca de ayuda.
“La mayor parte del clero católico no quiere saber nada de exorcismos. Unos desprestigian la práctica como si fuera un juego de niños, y otros directamente no se animan porque les da miedo”, decía pensativo, sabiendo que él sí puede decir con una asombrosa naturalidad que se dedica a sacarle el demonio a los poseídos. “La gente viene a buscar en nosotros algún auxilio, algún amparo, algún socorro, porque se sienten imposibilitados de enfrentar la situación que están viviendo. Nosotros escuchamos a todos para saber qué pasa y entonces yo me doy cuenta después de un diálogo: yo saco mis propias conclusiones que me llevan a una cierta certeza, de saber si la persona está posesa o tiene otra cosa”, describía.
Mancuso contó que el Papa Francisco -cardenal Jorge Bergoglio por aquel entonces- le envió repetidas veces a sus propios endemoniados para que él los exorcice. “Ahora en Roma él tendrá un montón de exorcistas a su cargo para actuar cuando necesite. Pero bueno, aquello demuestra que el Papa -cuando estaba acá- creía en lo que nosotros estábamos haciendo”, definió en aquel momento.