En un polideportivo municipal de Ensenada colmado, el gobernador encabezó un acto de campaña con todos los precandidatos de Unión por la Patria de la región.
El gobernador de la provincia de Buenos Aires y precandidato de Unión por la Patria (UxP) para reelegir en ese cargo por cuatro años más, Axel Kicillof, encabezó este jueves un acto multitudinario en el Polideportivo Municipal de Ensenada. Fue la convocatoria realizada por loa mesa gremial de la región junto con el intendente anfitrión, Mario Secco bajo la consigna “El movimiento obrero con Axel Kicillof”.
El acto se llevó a cabo en un gimnasio totalmente colmado de militante y en un escenario con fuerte representación gremial y política. Entre ellos estaban los cinco precandidatos a intendente de La Plata por Unión por la Patria, Julio Alak, Paula Lambertini, Gastón Castagneto, Luis Aria y Guillermo Escudero. Además del intendente de Berisso, Fabián Cagliardi, otro de los motorizadores del encuentro.
El discurso de Kicillof arrancó fuerte, como continuidad de lo que había dejado Secco segundos antes. “Nos jugamos nuestra vida”, dijo el mandatario apenas tomó la palabra para marcar el valor que le da a las PASO del domingo 13 de agosto.
El gobernador dedicó varios párrafos a la importancia estratégica que tiene para el peronismo recuperar La Plata. Y en ese contexto cargó duro contra el intendente Julio Garro, aunque sin nombrarlo explícitamente. “Se que acá hay muchos plarenses, los desafío a encontrar una vereda sana a La Plata”, dijo y marcó diferencias con lo que para él ocurre en Ensenada y Berisso. Por eso también resaltó la presencia de todos los candidatos de la capital provincial: “Acá está el fututo intendente o intendenta”, exclamó.
“Tanto que hablamos de la identidad de la provincia de Buenos Aires necesitamos recuperar nuestra capital para un proyecto de desarrollo e inclusión“, dijo y volvió a insistir en valor de la PASO. “Esta elección es decisiva, es crucial, parte aguas. Pero muchos piensan que se resuelve en octubre, pero no es así. Venimos a decirles que hasta el último bonaerense y la última bonaerense tiene que ir a votar a las PASO, porque es el 13 de agosto cuando tenemos que reventar las urnas”.
En el arranque del discurso, Kicillof reivindicó la decisión de hacer un acto político masivo, en contra de las recomendaciones de los consultores. “Acá está el movimiento obrero, esto es el peronismo y esta es la campaña que necesitamos”, dijo y remarcó que la convocatoria duplicó la capacidad del lugar y que dejó afuera a mucha gente.
Fue entonces que dijo que la del 13 de agosto es una de las elecciones “más decisivas y cruciales”. “Será un día en el que se resuelve no cuál es el próximo gobierno de la Argentina y la Provincia, se resuelve qué va a ocurrir durante los próximos 10, 15 o 20 años. Nos estamos jugando la vida nuestra, ns estamos jugando, el trabajo, la salud, la educación y el futuro de nuestros hijos”.
Y recordó que “esta vez no hay que ir a los libros de historia para recordar lo que hacer el neoliberalismo”. Para Kicillof alcanza con ir unos años atrás para ver que “de nuevo quisieron cerrar el Astillero Río Santiago, empezaron a romper la matriz productiva y se perdieron puestos de trabajo. Venimos de una etapa en la que llevaron al Congreso una ley de flexibilización laboral que no pasó solo por la resistencia del movimiento obrero organizado”.
Después de reivindicar la gestión de Sergio Massa en el Ministerio de Economía y como precandidato presidencial, y cuestionar con dureza el endeudamiento contraído por el gobierno de Mauricio Macri con el Fondo Monetario Interncional, en el cierre Kicillof reforzó el pedido a la militancia para trabajar en el territorio.
“Esta elección no la vamos a ganar en los canales de televisión, está elección más que nunca se gana uno por uno, voto por voto, vecino por vecino, laburante por laburante, en cada fábrica y en cada esquina”, dijo. Reconoció que es una elección difícil ante “un enemigo poderoso”, pero ratificó que se va de Ensenada “con la convicción de que el movimiento obrero y el pueblo sabe bien para que lado quiere seguir avanzando”.
“No paremos de militar hasta que se llenen las urnas de votos porque no puede haber un trabajador que vote a la derecha”, fue el mensaje final del mandatario antes de pedir que el día de las elecciones “nadie se quede en su casa ni sin votar, porque si uno no decide, deciden por uno”.