La suba tiene un piso del 9% y varía según la escuela. Se suma al aumento del 15% dispuesto en agosto, en un contexto de alta morosidad en los pagos.
Colegios privados de arancel libre aplicaron este mes un nuevo incremento de aranceles de 10%, en promedio, que se agrega al 15% que ya habían aumentado en agosto. En tanto, los colegios que reciben subsidio del Estado, recibieron la autorización para subir un 9% la cuota.
Cabe destacar que los colegios con asistencia estatal representan el 75% del total y deben aguardar la resolución de la comisión de aranceles de la Dirección de Educación bonaerense para aplicar subas.
Estos últimos aumentos se dan en un contexto difícil para numerosos colegios en los que la morosidad en el pago por parte de las familias asciende al 25%, tornando cada vez más difícil la situación del sector, que a lo largo del año ha informado que varios establecimientos se encuentran al borde del cierre.
Las familias fueron notificadas recientemente sobre las subas a través de correos electrónicos que explicaban que la decisión se tomó en un contexto de medidas económicas adoptadas “por los Poderes Ejecutivos Nacionales y Provinciales, sumado al generalizado incremento registrado en la segunda quincena del corriente mes en los precios de los productos y servicios (particularmente en el rubro alimentos, combustibles y energía)”.
En ese contexto, el precio del arancel educativo en uno de los colegios laicos sin ayuda estatal superó los 73 mil pesos, cuando el mes pasado cobró poco más de 69 mil pesos, lo que significó una suba del 5 por ciento en ese concepto, pero se le sumó un aumento del 14 por ciento en el transporte escolar del establecimiento, para el traslado de alumnos al campo de deportes de la institución, que está en la periferia de la ciudad.
Desde la Asociación de Institutos de Educación Privada de la provincia de Buenos Aires (Aiepba) se planteó que “muchos colegios no pueden trasladar los aumentos en los costos que tienen mensualmente porque numerosas familias están imposibilitadas de afrontar las constantes subas, en un contexto en el que cerca de la mitad de la economía tiene altos niveles de informalidad en sus ingresos”.