Un empleado de Sodimac halló un bolso con millones adentro, lo devolvió y se negó a aceptar una compensación. La empresa y sus compañeros lo felicitaron.
Un empleado de la empresa Sodimac encontró un bolso que contenía una importante suma de dinero y un celular de alta gama y, cuando lo devolvió a su dueña, se negó a aceptar la recompensa que le ofrecieron por su noble gesto. El hecho ocurrió el viernes, en la sucursal de Camino General Belgrano y 514, pero se dio a conocer en las últimas horas.
Lautaro Gonzalez, de 19 años, se encontraba realizando sus tareas habituales cuando halló una cartera que contenía un millón de pesos, una cantidad no especificada de dólares y un iPhone. Tras el hallazgo, decidió devolverlo y a pesar de que su dueña le ofreció dinero para agradecerle, él se negó a recibirlo.
Tras lo sucedido el joven contó que todo ocurrió alrededor de las 21 mientras buscaba carros en el estacionamiento. “Apenas salgo veo un carrito con una cartera marrón. Fui, la agarré y se la lleve directamente al guardia y seguí haciendo mi trabajo”, explicó y agregó que, una hora después, llegó el guardia de seguridad y le avisó que estaban los propietarios de la cartera. “Un superior mío me explicó que tenía esa cantidad de plata y todo lo que tenía adentro”, relató y profundizó: “Yo no lo podía creer, nunca había encontrado algo así”.
En diálogo con el portal NOVA, Lautaro contó que la pareja intentó agradecerle por su gesto, pero él no quiso aceptar la recompensa. “Agarraron billetes de la misma cartera y me los quisieron dar, pero les dije que no, que aunque la merezca no la quería. Sentí que no la merecía”, explicó el joven. Tras su honorable gesto, Lautaro fue felicitado por sus superiores y recibió el aplauso de sus compañeros.
El joven contó también cómo fue la reacción de su familia cuando les contó lo ocurrido y reveló: “Hablamos de todo el suceso y lloraron por cómo se había dado todo”. “Creo que este puede ser un buen mensaje porque quizás otros no hubiesen actuado igual”, reflexionó al respecto.
El joven empleado vive con su familia en Villa Argüello, en la vecina ciudad de Berisso. Colabora en su casa no solo económicamente sino también cuidando de sus hermanos menores por las mañanas y, además, está construyendo su propio departamento en el terreno de esa misma vivienda. La obra ya está avanzada, solo le falta el techo y ahora solo le restan conseguir chapas y tirantes que debido a la inflación por ahora le resultan imposible comprar.