Investigadores del CONICET y la UNLP recomendaron no consumir estos juveniles de sábalo por la contaminación del agua

Publicado el: 13 abril, 2024 Publicado por: manu Comentarios: 0

En los últimos días los vecinos de Ringuelet que viven en las inmediaciones del Arroyo del Gato se sorprendieron por la gran cantidad de peces que aparecieron en el agua formando un enorme cardumen que hasta llegó a tapar un sector del desagüe en 7 y 514. Científicos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) explicaron el motivo y los recaudos que hay que tener en cuenta.

“Son peces de unos 20 centímetros, no son mojarras, se ven desde el puente de 7 y 514, se acumulan en uno de los agujeros por donde sale agua sucia”, describió una vecina que caminaba por la avenida. Esta escena se repitió durante los últimos días, en la previa de la seguidilla de jornadas lluviosas que está pronosticada por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) para este fin de semana y el lunes.

El investigador, docente y extensionista del CONICET y la UNLP Javier García de Souza contó que si bien esto no ocurre todo el tiempo, “no es algo raro que ingresen peces del Río de la Plata en los arroyos, por razones diversas”. Quien profundizó este concepto fue otro investigador del CONICET, Ariel Paracampo, al explicar que se trata de “especies más características de río que de arroyo, aunque también frecuentan las cuencas bajas, como lo vemos ahora, ingresando en los arroyos en búsqueda de alimento y refugio”. “Para las especies juveniles, el Río de la Plata es un ambiente más homogéneo, tiene pocos accidentes y vegetación; por eso los arroyos ofrecen un refugio y otra oferta de alimento”, añadió.

A los juveniles de sábalo que sorprendieron a los vecinos de Ringuelet no es conveniente comerlos. “La recomendación en esa zona sería no consumirlos, porque la realidad es que se trata de una parte del arroyo cuya contaminación es elevada y más allá de que el pez quizás no tenga los contaminantes locales en músculo, la manipulación sería riesgosa para la salud”, explicó de Souza.

Los trabajadores del Instituto de Limnología (ILPLA) recordaron además que “se trata de un sector que ha sido estudiado reiteradas veces, en donde los indicadores de contaminación han dado elevados por ausencia de muchas especies animales y por presencia, por ejemplo, de elevadas concentraciones de materia orgánica y bacterias que redunda en escasa concentración de oxígeno disuelto en el agua (por debajo de ciertos niveles muchas especies animales y vegetales no pueden sobrevivir)”.

Para los especialistas, la aparición una vez más de los sábalos en esta parte del arroyo da la pauta de la complejidad que significa el estudio y realidad de este cauce de agua en La Plata, que ha ido mutando en los últimos años. “Es ejemplo de cómo la urbanización desordenada provoca degradación ambiental, algo que debemos mirar muy de cerca si no queremos que sucedan cuestiones similares en otras zonas de la ciudad, por ejemplo, en el Arroyo El Pescado, la única cuenca que nos queda casi sin modificar y en un buen estado de salud integral en términos generales”, concluyeron.

Fuente: 0021.com.ar