El gobernador llegó acompañado por el ministro de Gobierno, Carlos Bianco, y la jefa de Asesores del Gobernador, Cristina Álvarez Rodríguez. ¿De qué hablaron?
El gobernador Axel Kicillof fue recibido por en la mañana del jueves por el Papa Francisco, que lo recibió en una audiencia privada en el Vaticano. El mandatario arribó al Vaticano acompañado por el ministro de Gobierno, Carlos Bianco, y la jefa de Asesores del Gobernador, Cristina Álvarez Rodríguez.
“Una muy buena reunión, fue un encuentro muy importante para mí en lo personal. El Papa Francisco fue muy cálido, afectuoso y muy preciso en sus definiciones en lo que respecta a la necesidad de tenderle la mano a quienes más lo necesitan“, dijo el gobernador a la salida de la reunión.
Kicillof no conocía personalmente al Francisco, a quien definió como “un referente internacional en un momento donde es muy necesario tener esa mirada en una época de crisis, guerra, y del surgimiento de la extrema derecha“. “Su voz es muy importante y muchas veces está sola, suena incluso discordante y por eso es muy necesaria”, agregó.
La información sobre la visita había sido develada a comienzos de semana en la ya tradicional conferencia encabezada por Blanco, que el martes encabezó una movilización al ministerio de Economía de la Nación para reclamar por los fondos que la gestión de Javier Milei le debe a la provincia junto a una comitiva de dirigentes e intendentes que ayer marcharon al Congreso para rechazar la aprobación de la Ley de Bases en el Senado.
De todos esos temas hablaron el líder religiosos y el gobernador que le acercó un detallado informe sobre las complicaciones que las decisiones nacionales generan en la gestión bonaerense. Sobre todo en lo que concierne a la situación de la producción, la industria y el crecimiento de la pobreza.
“Compartimos información sobre la situación social de la Argentina, que él conoce en detalle”, comentó Kicillof que se explayó al agregar que “las políticas de Milei impactan en los más vulnerables, en la industria nacional, y en el desempleo que está creciendo”. En ese marco, comentó a Fracisco respecto a las acciones que está llevando adelante la provincia de Buenos Aires para sostener lo que se venía haciendo, principalmente el esfuerza para “actualizarlo por el impacto en los precios de los alimentos”.
El gobernador cuestionó la ley aprobada en el Senado al señalar que se trata de una herramienta a partir de la cual la gestión nacional profundizará “sus políticas de ajuste y destrucción”. “La política de Milei no tiene nada de novedoso, son las mismas políticas de siempre con los resultados de siempre, solo que en cámara rápida“, agregó desde el Vaticano. La propuesta económica de Milei, dijo, es “asfixiar a las provincias, sacarles plata a los jubilados, encarecer los boletos del colectivo, que eran salario indirecto de los trabajadores”.
La audiencia en el Vaticano fue solicitada por el Gobierno provincial por las vías formales pero fue confirmada en los últimos días. Sin embargo, Kicillof tiene el camino despejado hacia el Vaticano desde hace años. El hombre clave para tender ese puente es el ex arzobispo de La Plata, Víctor “Tucho” Fernández, un viejo amigo de Jorge Bergoglio, recientemente nombrado como prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, un organismo que deriva de la Inquisición pero al que hoy los inquisidores de la extrema derecha quieren poner en la hoguera junto con cualquier proyecto que huela a justicia social.
De hecho, los funcionarios bonaerenses que viajaron hasta el Vaticano mantuvieron una reunión con Fernández, luego del encuentro con Francisco.