Un conductor fue víctima de un robo planificado con engaño, armado y en grupo, en la esquina donde había dejado dos pasajeras

Publicado el: 22 junio, 2025 Publicado por: manu Comentarios: 0

Todo comenzó como un viaje de rutina desde la esquina de 8 y 50, cuando un taxista recogió a dos jóvenes que pidieron ser llevadas a una fiesta en la zona de 127 y 40, en Ensenada. Sin señales de nerviosismo o urgencia, las pasajeras conversaron con normalidad durante el trayecto.

Al llegar al destino, el conductor notó un fogón callejero y gente reunida en la intersección de calle 126, una señal de que algo no estaba bien. De pronto, un hombre armado irrumpió, abrió la puerta del costado del taxista y lo apuntó con un revólver, ordenándole bajar del vehículo: “Bajate que es un robo”.

Mientras el conductor obedecía, otros dos delincuentes emergieron de la oscuridad. Uno, con campera verde y gorra, lo registró hasta hallar su celular y documentación. El trío no se detuvo allí: también robaron documentación y los 5.000 pesos que el trabajador llevaba.

Las pasajeras huyeron del lugar apenas comenzaron los hechos. Esa reacción y la precisión con que actuaron los ladrones despertaron sospechas serias: se investiga si las jóvenes fueron cómplices, actuando como “entregadoras” y marcando el objetivo para atraer a la víctima a la zona adecuada.

La brutalidad y el modus operandi –un armado previo, el entorno controlado y la selección del lugar– hacen pensar en una emboscada premeditada. Las autoridades analizan el material de cámaras de seguridad y recaban testimonios para intentar reconstruir la secuencia exacta y detectar responsables.