El DT de Estudiantes no estará en el banco por una insólita multa impaga. Con el equipo sin rumbo desde marzo y un mercado de pases trabado, su continuidad es la gran incógnita en la previa de Huracán.

La era de Eduardo Domínguez en Estudiantes de La Plata parece transitar sus últimas páginas. Aunque el anuncio oficial brilla por su ausencia, puertas adentro del club todos lo saben: el ciclo del DT pende de un hilo. A los flojos resultados deportivos, que ya encendían las alarmas, se suman decisiones polémicas, un plantel que no responde y, para colmo de males, una sanción que lo alejará del banco por al menos dos fechas.

El Tribunal de Disciplina de la AFA asestó un golpe letal al resolver suspender al entrenador por dos partidos. ¿El motivo? Una irregularidad administrativa insólita: Domínguez había sido sancionado tras su expulsión en el cruce ante Rosario Central por la Copa de la Liga, pero la multa de $483.000 que evitaba la suspensión nunca se pagó. A pesar de esto, el DT dirigió el debut del Clausura contra Unión, lo que agravó la situación. El resultado es contundente: no podrá estar en el banco el lunes ante Huracán, ni en la siguiente fecha frente a Racing, claro, “si es que continúa en el cargo”.

Y ese es, precisamente, el punto central de la cuestión: la continuidad del DT está “más en duda que nunca”. Ya había amagado con dar un paso al costado hace unos meses, y ahora, tras una “seguidilla de malos resultados” y un equipo que se muestra sin respuestas en el campo, esa posibilidad se reinstaló con una fuerza abrumadora. Incluso, en el ambiente pincha, se baraja la chance de que deje su cargo “tras el partido frente al Globo, más allá del resultado”. La paciencia en el Bosque parece haber llegado a su límite.

La realidad deportiva de Estudiantes es preocupante: el equipo “no gana por torneos locales desde marzo”. El juego se muestra apagado, sin alma, y los refuerzos que el propio cuerpo técnico pidió con urgencia aún no llegaron. Mientras la Comisión Directiva hace malabares para cumplir con los pedidos —como la llegada de González Pírez y la compleja negociación por Marcos Rojo—, el presente deportivo no da tregua. El “Pincha” busca a Enzo Copetti como prioridad para reforzar el ataque, aunque su salida de Central todavía no está destrabada. También hay gestiones por un volante ofensivo que pueda inyectar algo de frescura.

En la ofensiva, la situación es crítica y apremiante: Luciano Giménez y Mauro Méndez ya no forman parte del plantel, y solo quedan Guido Carrillo y Lucas Alario como opciones viables en el frente de ataque. La necesidad de sumar variantes es “urgente”. El mercado de pases avanza a toda velocidad, pero el equipo sigue sin encontrar el rumbo, sin resultados y, lo más alarmante, sin una conducción clara que le inyecte vida.

Este lunes, el equipo recibirá a Huracán en el Estadio UNO, en un ambiente cargado. Sin su técnico en el banco de suplentes, con la presión que se espera del público en las tribunas y con un grupo de jugadores que necesita mostrar señales de vida de manera “imperiosa”. ¿Será el último partido de Domínguez como entrenador del “León”? Si bien nadie se anima a confirmarlo de forma categórica, muchos en el ambiente platense y