El Lobo enfrenta a Atlético Tucumán en un duelo decisivo por la permanencia, la clasificación a copas y los playoffs del Clausura. Una victoria lo saca del fondo, lo mete en la pelea y le devuelve oxígeno en un torneo que no perdona.
Gimnasia recibe este lunes a Atlético Tucumán en el Estadio del Bosque, en un partido que vale mucho más que tres puntos. Después de dos derrotas consecutivas, el equipo de Méndez necesita cortar la racha, hacerse fuerte en casa y superar a un rival directo en la lucha por la permanencia.
El contexto juega a favor: los tropiezos de Aldosivi y Talleres dejaron la puerta abierta para que el Lobo (23) pueda sacarle ocho puntos de ventaja a los equipos que hoy estarían jugando un desempate por no descender. Además, un triunfo lo llevaría a 26 unidades, superando a Atlético Tucumán (25) y alcanzando la línea de Unión (26), próximo rival tras la fecha FIFA.
Pero el impacto no se limita a la tabla anual. Si Gimnasia gana, sumará 19 puntos en la Zona B del Clausura, quedando a solo cinco de Riestra —último clasificado a octavos de final—. Y, mirando más lejos, también acortaría distancias en la carrera por entrar a la Copa Sudamericana 2026, quedando a nueve unidades de Tigre, hoy último en zona de clasificación.
El Bosque será el escenario de una final anticipada. El equipo sabe que, si gana, recupera aire, confianza y margen de maniobra. Si pierde, la presión será doble: por el descenso y por el futuro inmediato en el Clausura.
