El bisnieto de un masón grado 33 de La Plata asegura haber encontrado documentos familiares que lo llevarían a una antigua mina de oro. Entre relatos de exploradores y un libro recién publicado, promete mostrar evidencias del hallazgo.
Un platense apasionado por los enigmas familiares dice haber encontrado coordenadas que lo llevarían a una antigua mina de oro Inca. Entre masones, exploradores y promesas de fortuna, la trama suena a novela… pero él asegura que es real.
La historia de La Plata siempre estuvo atravesada por símbolos, masones y mitos ocultos en sus diagonales. Pero ahora, un descendiente de una familia con pasado francmasón asegura haber encontrado algo más que un simple dato histórico: las coordenadas exactas de un tesoro escondido que podría superar los 10 mil millones de dólares.
Se trata de Juan Soldi, bisnieto de Emilio Franck, un masón grado 33, socio de Estudiantes y, según su propia reconstrucción, compañero de aventuras del mítico explorador Percival Harrison Fawcett, quien buscó durante décadas la legendaria “Ciudad Z” en la selva amazónica.
“Mi abuelo trabajó junto a su padre en una mina de oro Inca. Tengo las coordenadas arqueológicas. Es como ganarse la lotería”, aseguró Soldi, quien lleva años investigando el legado familiar.
El platense, que se autodefine como un “explorador urbano”, planea lanzarse a la aventura junto a un argentino-canadiense que comparte su obsesión por encontrar riquezas ocultas. Mientras tanto, busca financiamiento a través de su libro Odisea Pelechuco, donde promete revelar pruebas del hallazgo y detallar la trama secreta que une a su familia con la masonería y los misterios de América del Sur.
“Se puede afirmar que Emilio Franck es el Indiana Jones platense”, remató Soldi, convencido de que está a las puertas de un descubrimiento capaz de cambiar su vida.
¿Mito, herencia oculta o el inicio de una expedición que puede reescribir parte de la historia? El secreto está en esas coordenadas…