Un grupo de alrededor de 20 trabajadores de una planta local se encontró este lunes con las puertas cerradas y las cerraduras cambiadas al llegar a su horario laboral.

Publicado el: 6 octubre, 2025 Publicado por: Julian I Comentarios: 0

La situación desoladora fue denunciada por un trabajador en el programa matutino de Radio Sur, quien relató la sorpresa al llegar a la planta a las 6:00 de la mañana. “Hoy lunes, llegado el horario laboral, nos encontramos con las puertas cerradas, los serenos sin poder entrar ya que cambiaron todas las cerraduras,” afirmó el operario, cuya identidad fue reservada. De inmediato, los trabajadores se asentaron afuera, mientras que otros se dirigieron al Ministerio de Trabajo para denunciar el lockout patronal.

El conflicto se centra en un grave historial de incumplimientos patronales, a pesar de que la situación estaba bajo conciliación obligatoria. El trabajador aseguró que los operarios han cumplido con sus tareas, mientras que la empresa “incumplió en su totalidad las conciliaciones en reiteradas ocasiones”.

Estamos en conciliación obligatoria, varias veces fuimos al Ministerio de Trabajo por problema y atraso de 6 meses de pagos de sueldos, aumentos y aguinaldo“, afirmó el empleado. Si bien la empresa regularizó una parte de la deuda el pasado jueves, aún les adeudan la quincena y el sueldo del mes a quienes cobran mensualmente, sumado a los retroactivos de aumentos de abril y el aguinaldo.

Según el denunciante, la patronal mantenía una actitud de amenaza constante: “Siempre amenazaron con que si no trabajamos más no podían pagar“. Sin embargo, el operario sostuvo que el verdadero origen de la crisis es la supuesta ineficiencia de la nueva gestión.

El trabajador apuntó directamente a los nuevos dueños, sosteniendo que “impusieron nuevas formas de producción totalmente ineficientes”. Esto habría derivado en “muchísimas pérdidas,” incluyendo “metal mal producido, productos de mala calidad y pérdida de clientes posterior a dicha mala administración”. Lamentó que la empresa “siempre echaron la culpa claro a los trabajadores,” a pesar de que los problemas no dependen de ellos.

A la mala gestión se suma la falta de inversión esencial. El operario detalló que el equipo principal para medir y fundir el metal “no funciona hace meses, estamos haciendo lo que se podía“, dando como ejemplo la precariedad de “amoladoras atadas con cintas. ¡Una locura!“.

La indignación máxima entre el personal se produjo con la reciente aparición de maquinaria de alto costo en la planta, mientras a ellos se les negaban los salarios, una situación que pone en duda la solvencia real de la empresa.