El empate 1-1 entre Estudiantes y Barracas Central quedó marcado por la actuación de Nazareno Arasa y el VAR, cuyas decisiones causaron un profundo enojo en el equipo de Eduardo Domínguez.
El encuentro entre el Pincha y el Guapo terminó en un empate 1 a 1, un resultado que quedó en segundo plano debido a la determinante actuación del árbitro Nazareno Arasa y el equipo del VAR, liderado por José Carreras. Las intervenciones arbitrales condicionaron el desarrollo del partido y generaron un fuerte malestar en el banco de Estudiantes.
A pesar del clima de controversia, uno de los protagonistas que se refirió al tema fue el entrenador de Barracas Central, Rubén Insúa. El DT evitó la crítica y sorprendió con una declaración que generó múltiples opiniones: “No fuimos favorecidos”, remarcó en la conferencia de prensa, intentando sacar el foco de las decisiones arbitrales.
Posteriormente, en zona mixta, Insúa volvió a enfrentar los micrófonos y se mostró reacio a revisar las jugadas que encendieron la polémica. En primera instancia, afirmó que no había visto las acciones dudosas. Minutos después, concluyó su postura con una frase lapidaria sobre la inutilidad de volver a la controversia: “No quiero volver a ver las jugadas porque ya terminó el partido, no hace falta que la vea, yo no voy a cambiar el resultado ni me van a hacer cambiar de idea a mí”.
El mensaje de Insúa, sumado a una mención sobre “los 20 años sin dirigir en el fútbol argentino” que no pudo completar, buscó poner un manto de mesura a un partido que se vio totalmente alterado por el arbitraje.
