El informe del letrado Ricardo Callaba cayó como una bomba en Viamonte y activó a un grupo de juristas que ya evalúa llevar a los tribunales el manejo de Claudio Tapia. Lo que empezó como un debate teórico, ahora amenaza con transformarse en un expediente concreto por irregularidades institucionales.

Publicado el: 26 noviembre, 2025 Publicado por: Julian I Comentarios: 0

El tablero de poder en la calle Viamonte se sacudió fuerte y el debate sobre la conducción de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) escaló un peldaño más, entrando en una fase crítica. La polvareda que levantó este martes la difusión del análisis jurídico del abogado platense Ricardo Callaba no se limitó a las charlas de café o las redes sociales: activó los resortes de varios profesionales del derecho que, según pudo saber este medio, ya “analizan presentar una acción judicial para que se investigue el funcionamiento institucional de la entidad y, eventualmente, solicitar su intervención”.

Lo que hasta hace poco sonaba a utopía o a un simple ejercicio teórico, empezó a tomar cuerpo y volumen real. El escrito de Callaba, que se viralizó rápidamente, detalla los resortes legales que habilitarían a un juez civil a desplazar a las autoridades de una asociación civil, lo que desató un contrapunto feroz entre dirigentes, socios y expertos en la materia. Pero el dato central es que “abrió una puerta que hasta ahora permanecía cerrada”: la chance concreta de armar un expediente judicial que ponga en tela de juicio, con la ley en la mano, la gestión de Claudio “Chiqui” Tapia.

El trabajo técnico de Callaba se convirtió en la piedra angular de esta movida, al plantear que la casa madre del fútbol puede ser intervenida por la Justicia ante escenarios de “violaciones estatutarias, mala administración, amenazas internas o anormal funcionamiento institucional”. El desglose minucioso del Código Civil y Comercial (CCyC) que realizó el letrado, sumado a la distinción quirúrgica que hace entre una “injerencia política” —penada por FIFA— y una “intervención judicial legítima”, provocó un impacto que pocos esperaban.

Desde el entorno de los letrados que están estudiando el caso, aseguran que este informe sirvió como “base conceptual” para darle forma a la estrategia legal que se podría impulsar. “Hasta ahora había bronca, malestar, discusiones en redes y en los clubes. Pero nadie había ordenado jurídicamente el escenario. El documento de Callaba lo hizo y generó un antes y un después”, graficó uno de los profesionales involucrados en las mesas chicas donde se cocina esta presentación.

Este clima de ebullición no es casual ni nace de un repollo, sino que se alimenta de un combo explosivo: arbitrajes bajo sospecha constante, manejos administrativos grises y una desconfianza que crece día a día sobre la cúpula de la AFA. En ese contexto de hartazgo generalizado, el recordado gesto de los jugadores de Estudiantes de La Plata, haciendo el pasillo de espaldas, se erige como el símbolo más potente de una resistencia que ahora amenaza con mudarse a los tribunales.