El conjunto dirigido por Fernando Zaniratto hizo un gran partido en Barracas y consiguió el pase a las semifinales del Torneo Clausura, en donde recibirá a Estudiantes en el "Bosque".
Gimnasia y Esgrima La Plata escribió una nueva página dorada en su resurrección futbolística al derrotar a Barracas Central por 2 a 0. El marcador se abrió gracias a la oportunismo de Manuel Panaro y luego de una gran jugada colectiva. El segundo tanto llegó en los minutos de descuento, con una definición de Franco Torres que desató la locura tripera. Con este resultado, el “Lobo” sacó boleto directo para enfrentar al “Pincha” en una de las llaves de semifinales del Torneo Clausura de la Liga Profesional, regalándole a la ciudad de las diagonales un cruce infartante.
Será un partido histórico. No solo por tratarse del clásico platense, que ya de por sí paraliza la ciudad, sino porque es la primera vez que ambos rivales se cruzan en una instancia de tal magnitud, mano a mano por un lugar en la final. Gimnasia, que finalizó séptimo (Estudiantes fue octavo), tendrá la ventaja de la localía, por lo que el duelo se jugará en El Bosque. Gimnasia contará con el plus de su gente y, fundamentalmente, con argumentos futbolísticos sólidos que explican su presencia en semis. Es un equipo compacto que sabe leer los tiempos del juego. Hoy, por caso, bordó un primer tiempo de alto vuelo, asfixiando al “Guapo” y encontrando el 1-0 tras una gran jugada colectiva entre Marcelo “Chelo” Torres, Merlo y Panaro, gol que fue convalidado con suspenso tras una revisión del VAR a cargo de Baliño.
Pero la clasificación no se explica solo por la efectividad en la red. Cuando se habla de saber sufrir, Gimnasia también dio cátedra en el complemento, replegándose ante el empuje de Barracas que, con los cambios de Insua, logró inquietar al arquero Insfrán. El “Guapo” tuvo sus chances claras: un cabezazo de Bruera que se estrelló en el palo, una tapada salvadora con el pie ante Ignacio Tapia y un tiro libre de Candia que hizo temblar el travesaño. Sin embargo, la efectividad estuvo del lado platense, con Franco Torres liquidando el pleito sobre el cierre.
Esa capacidad de resistencia es parte del ADN de este nuevo Gimnasia. El contexto fue similar al vivido en Santa Fe ante Unión, demostrando que Fernando Zaniratto logró transformar un equipo que peleaba por no descender, en un conjunto guerrero con hambre de gloria. Ahora, el DT afrontará una prueba de fuego que excede lo deportivo y grupal; es también un desafío personal. Cabe recordar que su segundo interinato arrancó justamente con una derrota ante Estudiantes, la única caída en este ciclo. Desde entonces, metió cinco triunfos al hilo, cuatro de ellos como visitante (River, Platense, Unión y ahora Barracas; Vélez fue de local), recibiendo apenas un gol en contra. El clásico, sin dudas, tiene sabor a revancha para el “Lobo”.
