La chica cayó desde un sexto piso y su novio es sospechoso de haberla tirado. Su familiar abrió una cuenta para juntar el dinero para trasladar el cuerpo.
La familia de Clara Urdangaray, la joven que murió en Kosovo a principios de agosto y que se presume fue arrojada por su novio desde un sexto positivo, informó que sigue realizando la colecta para poder repatriar los restos de su hija.
“Ayúdanos a difundir y así poder traer los restos mortales de nuestra amada hija”, pidió Magdalena Delmonte, madre de la joven, a través de una publicación en su cuenta de Facebook. Tras agradecer el compromiso del Banco Nación para conformar las cuentas en pesos, dólares y euros para la colecta, el texto de la publicación cierra: “En la imagen están todos los datos necesarios para que puedan seguir colaborando con la repatriación. Gracias por tanto cariño y solidaridad”.
Los restos de Clara Urdangaray permanecen en Kosovo desde hace tres semanas, tras su repentina muerte al caer de un sexto piso en un hotel de dicha ciudad, donde se hospedaba con su novio, Endrit Nika, un arquitecto kosovar, nacionalizado suizo, de 31 años, al que había conocido a principios de año y con quien convivía en Suiza. Ambos habían viajado a Kosovo para asistir al casamiento del hermano del joven y, días después, se produjo el trágico hecho por el cual el joven se encuentra detenido como principal sospechoso.
La sorpresiva muerte de la joven conmocionó a La Plata, ciudad de la que era oriunda y que había abandonado en noviembre de 2022, cuando decidió partir hacia España, en busca de un futuro mejor. Tras conocerse la noticia, sus padres revelaron que había ciertos indicios que los llevaban a pensar que la nueva pareja de su hija era un hombre celoso.
Uno de esos hechos fue que Clara se había ido de varios grupos de WhatsApp que compartía con amigos. Además, en una oportunidad la joven le había contado a su madre que su novio había desatado una fuerte discusión luego de que ella se demorara más de lo previsto al hacer las compras. En esa ocasión, sus padres le insistieron para que regresara a España, donde tenía amigos que podían asistirla si lo necesitaba.