El ex intendente apuntó contra Julio Alak por querer despedir a 4 mil empleados del municipio.
La disputa electoral entre Julio Garro y Julio Alak, que fue voto a voto, dejó secuelas y suma un nuevo capítulo. En las últimas horas, se conocieron los resultados de una auditoría que arrojó graves irregularidades en las contrataciones de la Municipalidad durante los últimos 8 años.
Tras poner en marcha una auditoría municipal, la actual gestión de Alak denunció la presencia de personas que recibían su remuneración sin presentarse a trabajar, entre las que se encontraban detenidos cumpliendo condenas por participar en severas causas penales, ex funcionarios aún con la vigencia del decreto del cese de funciones e incluso una persona fallecida que figuraba como actual contratado, por lo que alguien percibía su sueldo ilegalmente.
Alak apuntó todos los cañones a la administración de Julio Garro, que en las últimas horas salió a rechazar las acusaciones en diálogo con La Nación, donde afirmó que su sucesor busca “una justificación” para “echar a 4000 personas y poner gente de él”.
El ex jefe comunal de Juntos por el Cambio sostuvo que “se busca generar un plafón, porque Alak tiene metida en la cabeza la idea de echar a 4.000 empleados y poner gente de él para pagarles la campaña. Al tiempo que se refirió a los empleados que tendrían condenas: “Nunca cuestionamos a personas que cumplieron una condena por robo y, quizás, eran cooperativistas”.
A su vez, Garro comparó el crecimiento de la planta municipal y metió a Pablo Bruera en la discusión: “Entre el fin de sus mandatos, en 2007, y el comienzo de los míos, él no cuenta los de Bruera. Yo recibí 7.000 empleados y 13.000 cooperativistas municipales. A los cooperativistas los transparentamos y los pasamos a la planta municipal, quedaron 6000”, explicó.
Por su parte, el ex intendente cuestionó el porcentaje de ausentismo que se reflejó en la auditoría: “El 20 de diciembre, mandaron a tomar presentismo, ¿Y un mes y medio después resulta que la gente no está? En delegaciones como Villa Elvira, Los Hornos o Altos de San Lorenzo hay algunos empleados que firman en las delegaciones y otros que lo hacen en unidades operativas que están en otros lugares. No tienen en cuenta eso ni a gente que, cuando cambia una gestión, no se presenta porque no comulga con la nueva y se quiere ir”.
Por último, Garro negó rotundamente que la Comuna tenga más de 12.000 empleados y planteó: “Son 10.000. Alak se encontró con una ciudad que creció una vez y media, que tiene SAME, COM (por el Centro de Operaciones y Monitoreo), un comité de emergencias por lluvias y que necesita 2.000 o 3.000 personas más que las que tenía en su momento”.