Entró en su fase final y solo resta ser probada en humanos.
ARGENVAC, la vacuna contra el SARS-CoV-2 desarrollada por científicos de la Universidad Nacional de La Plata, entró en su fase final y solo resta ser probada en humanos. Así lo anunciaron los investigadores líderes del proyecto, Guillermo Docena y Omar Azzaroni, en un encuentro que mantuvieron con el presidente de la Universidad Nacional de La Plata, Martín López Armengol, en la sede del Rectorado.
Guillermo Docena, investigador del Instituto de Estudios Inmunológicos y Fisiopatológicos, y Omar Azzaroni, del Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas estuvieron acompañados por el decano de la Facultad, Mauricio Erben, la secretaria de Ciencia y Técnica de esa unidad académica, Patricia Schilardi y los directores de los institutos Martín Rumbo (IIFP) y Felix Requejo (INIFTA).
Del encuentro también participaron, el secretario General de la UNLP, Patricio Lorente y el secretario de Ciencia y Técnica, Nicolás Rendtorff. Además, participaron becarios y becarias y otros investigadores de ambos grupos de trabajo (Paola Smaldini, Gastón Rizzo, Camila Chavero, Daiana Bianchi, Lorena Cortez, Eugenia Apuzzo y Waldemar Marmisollé).
“Desde enero 2021, cuando comenzamos con los estudios de formulación de la vacuna y los de inmunogenicidad y seguridad en ratones, estudiamos los mecanismos inmunológicos que genera la vacuna para inducir protección. En base a los resultados publicados de las vacunas aprobadas en ese entonces en humanos, comparamos el mecanismo de acción de nuestra vacuna ARGENVAC con las comerciales y observamos numerosas similitudes”.
“Esto llevó a que prosiguiéramos con el proyecto, para lo cual en estos años conformamos un sólido consorcio público-privado en el que la UNLP, UBA, CONICET y la empresa biotecnológica marplatense Gihon han trabajado mancomunadamente para llevar adelante el diseño, caracterización y finalmente producción industrial, con la calidad que se denomina GMP, de las siglas en inglés Good Manufaturing Product o Buenas Práticas de Manufactura”, agregó el científico de la UNLP.