Con 200 votos a favor, 22 negativo y 16 abstenciones la normativa fue convalidada por la Cámara baja. La iniciativa busca advertir a los consumidores sobre los excesos de grasas, sodio y azúcares en los productos con el fin de ayudar a combatir la obesidad, la hipertensión y los riesgos cardíacos.
La Cámara de Diputados convirtió en ley el proyecto de etiquetado frontal de alimentos. El mismo tiene como objetivo advertir a los consumidores sobre los excesos de grasas, sodio y azúcares en los productos para ayudar a combatir y prevenir la obesidad, la hipertensión y los riesgos cardíacos.
“Con esta ley se busca la prevención de la salud y la garantía de los derechos de todos los argentinos. El octágono negro es la forma más eficaz de que los consumidores detecten nutrientes críticos en los productos alimenticios”, afirmó la presidenta de la comisión de Legislación General, Cecilia Moreau.
La iniciativa comenzó a ser debatida pasadas las 16 y su análisis se agotó pasadas las 23, tras la intervención de más de 70 diputados, que participaron de la primera reunión presencial tras la metodología de trabajo mixto aplicado durante los primeros meses de la pandemia de Covid.
El proyecto sumó 200 votos a favor; 22 en contra y 16 abstenciones, en tanto que se registraron 18 diputados ausentes al momento de la votación.
Por su parte, la diputada del Frente de Todos, Liliana Schwindt, ponderó la ley como un “hito para consumidores y usuarios”, pero también “para la producción alimentaria argentina”. Además agregó que esta ley ayuda a “poner en lo mas alto a los consumidores que hace hace años reclaman información clara, precisa y veraz”.
Desde su condición de presidente de la comisión de Salud y con su pertenencia al Frente de Todos, el tucumano Pablo Yedlin mostró sus diferencias parciales: “El azúcar no es un veneno, es un producto natural. Muchos edulcorantes, en cambio tendrán que explicar cuán saludables son. Vamos a acompañar el proyecto proponiendo mejoras”.