El exdecano de Ciencias Económicas asumió formalmente como Presidente académico de la Universidad, acompañado de Fernando Tauber y dos ministros nacionales.
Asumió Martín López Armengol como flamante presidente de la Universidad Nacional de La Plata, en un acto realizado este miércoles al mediodía en el Rectorado de la UNLP. Estuvo acompañado del presidente saliente, Fernando Tauber, que a partir de ahora será vicepresidente académico de la institución, y de Andrea Varela, que asumirá como vicepresidenta institucional, cargo que ocupaba hasta hoy el mismo Armengol.
Además, estuvieron en el acto los ministros nacionales de Economía Martín Guzmán, y de Educación Jaime Perczyk. Este último remarcó que “venimos a acompañaer un hecho institucional, la continuidad institucional construida por la Universidad argentina. Esta es una universidad muy prestigiosa, en términos académicos, de escala y de investigación. Es una universidad modelo para el sistema universitario argentino, y que tiene una tarea de vinculación con el pueblo muy importante“.
“Nos proponemos trabajar en unidad con esta universidad y con todo el sistema universitario para aportar y construir la Argentina que queremos. Esperamos un sistema más federal, más integrado, donde quizás estemos más apretados, pero todos tengamos un lugar“, remarcó el funcionario.
Universidad, a sus trabajadores y trabajadoras, a sus docentes y no docentes, a sus estudiantes y graduados” la confianza. En esa línea, celebró que la UNLP sea “la universidad de la reforma, antiimperialista, latinoamericanista, democratizadora de la reforma de 1918, la universidad de la gratuidad del peronismo, de la lucha de los compañeros y compañeros de los 70, la Universidad de las madres, de las abuelas, de los hijos e hijas, la que levanta las banderas de los DDHH, que pide justicia por Emilia (Usacmayta Curi), por Miguel Bru. La Universidad de Néstor y Cristina”.
“Estoy profundamente orgullosa de que me hayan elegido vicepresidenta de esta universidad, en mi familia yo soy la primera que pude tener un título universitario. Mi mamá limpiaba las casas de los demás, y eso es posible en nuestro país con la tradición de la Universidad. Para todos esos pibes y pibas que todavía faltan llegar a la Universidad, es que nos comprometemos y me comprometo, a seguir trabajando y militando para que la Universidad sea un horizonte posible, por los desafíos que faltan, para trabajar por soberanía, inclusión, hasta que lo imposible se vuelva inevitable”, expresó.
A su turno, el ministro Martín Guzmán dijo que es “un honor y un placer estar en esta instancia, acompañando a Martín López Armengol en su asunción, esta es mi casa. Estudié en el Nacional, luego en la facultad de Ciencias Económicas, fui y soy docente de esta universidad hace tiempo. Es un honor celebrar esta instancia que nos hace más fuertes, que hace más fuerte a la ciudad en un camino que siempre debe ser de fortalecimiento de la Universidad pública, que tiene un rol central en el desarrollo económico y social de nuestra nación”.
“Las sociedades que se desarrollan son las sociedades capaces de generar conocimiento, y esto todos lo vivimos acá. Es un espacio que transforma, permite que haya movilidad social, nos hace más fuertes, nos da más seguridad, nos da orgullo. Llegamos con mucho orgullo la marca de la educación pública. Esta es una marca de calidad educativa de excelencia”, aseguró el ministro nacional.
Finalmente, después de la designación formal, Martín López Armengol agradeció “a todos y cada uno el estar acá. Tuvimos un consejo superior desde las 8 am donde de forma unánime fue validado el equipo de gestión propuesto. Esta universidad desde 1905 se consolidó como una institución de referencia. Su derrotero se inició sobre la base de una universidad moderna y experimental, teniendo el foco puesto en la satisfaccion de las necesidades de todos los estratos sociales, tendiendo a la prosperidad en general. Esto es lo que pensaba su fundador Joaquín V González cuando creó nuestra Universidad“.
Armengol destacó cómo Joaquín V González creía que no había lugar en el país para otra universidad “clásica” como las de Córdoba y Buenos Aires. En esa convicción, destacó, “pensaba que una tercera universidad, moderna y experimental, respondería a una necesidad evidente de todas las clases sociales de la Nación, y en articular de las que miran a la prosperidad general“. En esa línea destacó que comience “un nuevo período de gestión, en nuestra presidencia, nuestras facultades y nuestros colegios, y tenemos la responsabilidad de honrarlo aprovechando para reforzar el desafío diario de ser mejores: solidarios, creativos, honestos, críticos, optimistas, capaces de hacer lo necesario para que el país tenga una verguenza menos y una libertad más. Porque los dolores que nos quedan son las libertades que nos faltan, y el mandato reformista es el motor de nuestra tarea, sea cual sea la ubicación relativa en la que nos hallemos”.