La jornada se llevará a cabo en diferentes puntos del país para manifestar el rechazo al DNU y la Ley Ómnibus de Javier Milei.

Publicado el: 10 enero, 2024 Publicado por: luis Comentarios: 0

Colectivos de artistas de La Plata, Berisso y Ensenada harán un Cacerolazo Cultural Regional para manifestar su rechazo al Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) y la Ley Ómnibus que impulsa el presidente Javier Milei.

Los organizadores indicaron que la actividad será este miércoles en 7 y 50, desde las 18, y se llevará a cabo en distintos puntos del país.

“Estamos procurando una unión transversal, sin banderas partidarias, donde nos una lo que compartimos con amor: LA CULTURA. En todas sus instancias y lenguajes”, expresaron los impulsores de la actividad.

Y adelantaron que será “una tarde a puro arte, donde lo importante es la preservación de nuestros derechos como artistas, como gestores culturales, como instituciones que merecen su reconocimiento y labor”.

Bajo la consigna “Encendamos la lucha para que no apaguen la cultura”, referentes del sector expresaron su preocupación por el “vaciamiento educativo y cultural”. En ese sentido, manifestaron su fuerte repudio a la derogación de la Ley de Libro.

El rechazo del sector al proyecto de ley de “Bases y Puntos de Partida para La Libertad de los Argentinos” se argumenta ante la propuesta del cierre del Instituto Nacional del Teatro (INT) y del Fondo Nacional de las Artes (FNA), así como el desfinanciamiento del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), el Instituto Nacional de la Música (INAMU) y la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP).

En el caso del INCAA (Ley Nº 17.741), perdería una fuente importante de recursos provenientes del Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM). Por otro lado, el INAMU dejaría de ser un ente público no estatal para convertirse en un “programa” de la Secretaría de Cultura, afectando sus capacidades para impulsar la actividad de manera federal.

Respecto a la Ley Nº 25.542, se propone su derogación, lo que beneficiaría a las grandes cadenas de libros al permitirles imponer sus precios en detrimento de las librerías independientes, aprovechando su posición dominante.