Estos son los datos publicados en el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires
En el reporte que notificó los diagnósticos que se confirmaron entre el 10 de marzo y el pasado 16 de marzo, la cartera precisó que se registró un aumento fuerte de positivos.
En ese período la cifra pasó de 499 a 784. En la Provincia son alrededor de 22 mil casos y en el país unos 102 mil.
El ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, sostuvo que el “peor momento” del brote de dengue será entre los meses de marzo y abril, y señaló que desde la Provincia solicitarán tener la vacuna para el año que viene. “Esta es una epidemia que su peor momento comienza ahora, en marzo y en abril. De hecho, todavía seguimos subiendo la cantidad de casos”, sostuvo.
Kreplak explicó que “el mosquito es sensible a la temperatura”, pero aclaró que “para que deje de crecer tenemos que tener la temperatura sostenida por debajo de 17 grados, cosa que no está pasando ni va a pasar en las próximas 4 o 5 semanas por lo menos”, calculó.
El ministro señaló también que el dengue se trata de “una enfermedad de cuidados comunitarios” y que lo que tienen que hacer las autoridades “es hablar de esto, comunicar, hacer mucho trabajo territorial, llegar casa por casa, para trabajar en la prevención.
El ministerio de Salud insiste en la necesidad de fortalecer los cuidados en las casas para prevenir el dengue y el aumento de casos, ya que las lluvias y el clima húmedo generan condiciones ambientales favorables para la proliferación del mosquito transmisor del virus.
Tras varios días de precipitaciones en la Provincia, Salud insistió con el pedido de vaciar todo tipo de recipiente que acumule agua para evitar su propagación.
El Aedes aegypti tiene hábitos domiciliarios y se reproduce en cualquier recipiente natural o artificial que contenga agua. Sus huevos pueden resistir las condiciones ambientales secas durante más de un año, siendo esta una de las estrategias más importantes que la especie emplea para sobrevivir y propagarse.
Por esta razón, las medidas de prevención más efectivas apuntan a la eliminación de objetos que puedan acumular agua.