Una investigación busca mejorar la calidad y el rendimiento del producto local, impulsando la economía circular

Investigadores de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) lograron mejorar notablemente el rendimiento y la calidad del tomate platense mediante la aplicación de reguladores del crecimiento vegetal. Se trata de una apuesta a la economía circular que busca potenciar la producción local.
Científicas de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales optimizaron una práctica habitual entre productores hortícolas. Bajo la dirección de Susana Martínez y Mariana Garbi, utilizaron la fitohormona Tomatosa en diferentes dosis y momentos de aplicación, evaluando sus efectos en diversas regiones productivas del país, en colaboración con el INTA.
Los ensayos demostraron que en el cinturón hortícola platense, las dosis de 2,5 y 5 cm³ por litro fueron las más efectivas, logrando aumentos significativos en el peso y diámetro de los tomates. Sin embargo, dosis superiores a 3,5 cm³/litro incrementaron el porcentaje de frutos ahuecados, reduciendo su valor comercial.
El uso de auxinas como las aplicadas en estos ensayos también permite compensar el impacto de temperaturas extremas, mejorando el cuajado de frutos al inducir el prendimiento del ovario. Esto es especialmente útil cuando las condiciones climáticas no son óptimas para la germinación del polen, como ocurre con temperaturas nocturnas por debajo de los 7°C.
Los estudios se realizaron en invernaderos de la Estación Experimental Julio Hirschhorn de la UNLP, donde desde 2005 se investiga en cultivos de hortalizas. Además, se realizaron pruebas en coordinación con INTA Bella Vista (Corrientes), INTA La Consulta (Mendoza) e INTA Yuto (Jujuy).
Una parte clave de esta investigación fue el aporte concreto a la producción alimentaria local: en los últimos 3 años, los frutos obtenidos en los ensayos fueron utilizados en la Planta de Alimentos para la Integración Social (PAIS) de la UNLP. Se espera una cifra similar para la cosecha de tomate tardío.