Después de siete semanas en torno a los 750 casos, en el último período hubo 952 pacientes nuevos. Preocupa el ingreso a una segunda ola.

Publicado el: 22 marzo, 2021 Publicado por: luis Comentarios: 0

Después de siete semanas consecutivas con la curva de casos de coronavirus estancada en una “meseta alta” en torno a los 750 caos en siete días, la semana que concluyó este domingo experimentó una fuerte suba con 952 nuevos pacientes, lo que representa un 25% más que la anterior, cuando hubo 760 hisopados positivos.

La situación refleja la preocupación de las autoridades ante lo que parece puede ser el ingreso a una segunda ola de la enfermedad. Los números ya marcaban un llamado de atención cuando semana a semana se repetían promedios diarios de entre 100 y 110 casos. Con los números de la semana que terminó este domingo esa cifra trepó a los 136 casos diarios de promedio.

La característica fundamental que la pandemia tuvo en los últimos 56 días en La Plata fue la de un “amesetamiento alto” que se extiende incluso desde los últimos días de enero. Antes de esas jornadas se había registrado el segundo pico de la pandemia: en las dos semanas entre el 4 y el 17 de enero hubo las cifras se ubicaron en torno a los 1.100 casos.

Desde entonces, salvo la semana del 15 al 21 de febrero, marcado por el feriado doble de Carnval, cuando se notificaron 669 pacientes nuevos, los números siempre estuvieron por encima de los 700.

Fueron 808 entre el 25 y el 31 de enero, bajó a 793 entre el 1 y el 7 de febrero, volvió a caer a 768 del 8 al 14, bajó a los 669 en la semana corta posterior y volvió a subir en la última semana de febrero para llegar a los 743 pacientes. Ya en marzo, la primera semana hubo 725 pacientes, la siguiente tuvo 760 y la que acaba de terminar se disparó a 952.

Con ese números se salió de esa meseta pero de manera negativa, ya que no fue para que la curva baje sino para que experimente una brusca suba que coloca a la ciudad en cifras similares a las de las primeras semana de enero cuando se produjo el rebote por las fiestas. O de fines de julio del año pasado, cuando la incidencia del virus se disparaba sin que aún se vislumbrara el pico alcanzado en la última semana de agosto, cuando se registraron 1.577 casos en una semana.