El gobierno bonaerense brindó el informe epidemiológico en territorio bonaerense, donde se advierte una baja de los contagios. Sin embargo, la mayoría de los internados por covid no sobreviven.
Los índices epidemiológicos de la provincia de Buenos Aires en medio de la segunda ola de coronavirus y el riesgo inminente de un colapso sanitario empiezan a arrojar cifras alentadoras: en la última semana la cantidad de contagios cayó un 18%.
Así lo confirmaron el ministro de Salud, Daniel Gollan, y el jefe de Gabinete bonaerense, Carlos Bianco, en la conferencia que brindan todas las semanas desde el Salón Dorado de la Gobernación, en La Plata.
“Las medidas de cuidado han llevado a que tengamos resultados positivos porque se cortó la subida exponencial de casos de coronavirus, y después de una semana que terminó empatada, empezamos con un descenso de casos”, remarcó el titular de la cartera sanitaria.
En concreto, entre la semana epidemiológica 15 y 16 se había logrado una “estabilización” con apenas 6 casos de diferencia, pero en los últimos siete días se logró un “descenso importante en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA)”, pasando de 11.746 a 9.663 contagios semanales.
Pese a ese conjunto de datos alentadores, el titular de la cartera sanitaria bonaerense volvió a alertar sobre la “situación complicada en la ocupación de camas de terapia intensiva”. Gollan explicó que los pacientes con COVID-19 que ingresan a unidades críticas “se quedan muchos días internados”.
“Estamos observando que entran muchos pacientes y se quedan muchos días internados, hay un aumento de la internación de pacientes jóvenes, la mayoría de camas que se están liberando son por muertes, estamos llegando a que 7 de cada 10 pacientes internados fallece”, reflexionó.
Por estas horas, en el Conurbano bonaerense el índice de ocupación de camas de terapia intensiva trepó a 73,56%, con 634 pacientes con coronavirus internados (más de 400 casos más que el pico de la primera ola) y en el interior bonaerense a 54,32%, con 474 internados por COVID.
“Los mayores de 80 años se están internando menos y ocupando menos camas. Lo mismo ocurre con los mayores de 60 años donde empieza a bajar la ocupación, y en los menos de 60 años se observa un crecimiento y en la última semana una pequeña estabilización”, añadió Gollan.